Los mayas lo sabían, este delicioso regalo de la naturaleza atesora sustancias que lo convierten en un excelente antioxidante y antidepresivo.
El cacao se convirtió en el oro más preciado del Imperio Maya por todas sus excelentes propiedades. Se obtiene de semillas que se encuentran en las vainas del árbol del cacao; vainas de flores silvestres parecidas a las orquídeas que crecen desde el tronco.
Hoy en día, por todos sus beneficios para la salud, sin duda se considera un gran superalimento. Por esta razón, aunque es uno de los alimentos más aclamados de la historia, y el ingrediente clave del chocolate, los dos alimentos deben distinguirse bien uno del otro.
El primero es un superalimento, un polvo bajo en grasa que se obtiene moliendo las semillas del cacao; el segundo es un ingrediente mixto, muchos de los cuales son refinados, como el azúcar, la grasa y los productos lácteos.
6 beneficios para la salud del cacao
El cacao es uno de los alimentos con mayor concentración de antioxidantes, con una puntuación de 95.000 unidades ORAC: 14 veces la del vino tinto y 21 veces la del té verde.
Además, también es rico en magnesio, un mineral vital para el organismo, consumiendo 30 gramos ya se supera el mínimo diario recomendado del mineral. También aportan otros minerales, como calcio, fósforo, cobre, manganeso y, en menor medida, selenio, potasio y zinc.
Los beneficios del cacao crudo son múltiples:
Diabetes: ayuda a mejorar la resistencia a la insulina y el metabolismo de la glucosa. Sus proantocianidinas pueden prevenir las cataratas y son eficaces en la prevención y el tratamiento de la nefrotoxicidad diabética.
Presión arterial: Su alto contenido en flavonoides lo convierte en un buen aliado en la regulación de la presión arterial; a su vez, estimula la producción de óxido nítrico, relajando así los vasos sanguíneos.
Obesidad: Ayuda al metabolismo de los lípidos, reduce la síntesis de ácidos grasos y aumenta la producción de calor en el tejido graso.
Cerebro: sus flavonoides ejercen efectos neuroprotectores porque pueden mejorar la función de la memoria y la capacidad de aprendizaje. Se ha demostrado que las epicatequinas y las catequinas tienen efectos beneficiosos en la prevención de la enfermedad de Alzheimer.
Salud cardiovascular: los flavonoides, como las proantocianidinas, catequinas y epicatequinas, tienen efectos antiagregantes en las plaquetas y ayudan a prevenir la arteriosclerosis y la trombosis.
Piel sana: los flavonoides aumentan la elasticidad, hidratación y densidad de la piel. Además, la epicatequina aumenta la saturación de oxígeno en la hemoglobina, estimulando así la circulación cutánea y contribuyendo a la fotoprotección endógena.
