Deshidratar los alimentos es una práctica antigua ideal para aprovechar de añadir más frutas saludables a la dieta, intensificar sabores, texturas y facilitar el almacenamiento.
Nuestros antepasados aprovechaban los últimos días de verano para secar directamente con el sol los frutos y crear un lote de respaldo para el invierno, pero secar al sol tenía sus desventajas.
Por suerte ahora, contamos con los deshidratadores y lo más común es hacerlo mediante un calor leve y continuo, esto mantendrá todos los nutrientes y sabores intactos durante mucho tiempo.
Así que, si eres de los que prefiere un aperitivo delicioso, altamente nutritivo con texturas y sabores intensos del fruto original, tienes que leer este artículo.
¿Cómo deshidratar frutas correctamente?
1. Limpia muy bien las frutas con abundante agua, quitar los defectos y quitarle la piel.
2. Corte las frutas o verduras en rodajas o medallones no muy gruesas (entre 3 y 6 cm).
3. Colocarlas separadas en una bandeja resistente al calor.
4. Dejar que se deshidraten hasta llegar a un punto en el que el fruto sea flexible.
5. Almacenar en un frasco de vidrio limpio y bien seco.
6. Guardar en un espacio donde no le alcance la luz.
Te adelantamos que una de las ventajas de este tipo es de snack es que puede ser consumida en cualquier momento del día y es válido para diversos tipos de ocasión y eventos.
Propiedades y beneficios de la fruta deshidratada
Aportan energía: una ración al día de frutas deshidratadas le brindará a tu cuerpo una cantidad importante de energía (aproximadamente 50-70 k calorías). Para esto, lo mejor es elegir las ciruelas, las uvas pasas y los higos.
Fortalecen el sistema inmunológico: porque posee magnesio, hierro, potasio, calcio, minerales y vitaminas tipo A, B y E capaces de regular nuestro organismo.
Efecto saciante: si te encuentras a dieta, comer fruta deshidratada es el mejor snack porque disminuye la necesidad de comer en exceso.
Aportan fibra: ayudan a regular tu sistema digestivo ya que 100 gramos de fruta deshidratada contienen 12 gramos de fibra.
Carácter antioxidante: evita el envejecimiento, ayuda a eliminar toxinas del cuerpo, potencia la salud del corazón.
Apto para personas diabéticas: algunos estudios afirman que debido al elevado contenido en fibra y polifenoles tienen un bajo índice glucémico, convirtiéndolo en un excelente sustituto de un snack dulce.
Fortalece los huesos: la fruta deshidratada es tan rica en calcio que fortalece los huesos y evita la aparición de ciertas complicaciones óseas.
Cantidad recomendada
Debido a la concentración de sus nutrientes y azúcares la cantidad por día recomendada es entre 25 y 50 gramos. Pero todo esto dependerá del ritmo físico de cada persona.
El momento ideal para consumir frutas deshidratadas es a mitad de la mañana, en la hora de la merienda, antes o después del entrenamiento físico, siendo esta la idea más nutritiva, transportable y sencilla para completar una buena dieta.
Se aconseja limitar su ingesta en la cena porque te aportará energía extra que no se van a utilizar si vas a dormir, por el contrario, se convertirá en grasa.
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